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Amazon inicia su mayor despido masivo y brutal: 30.000 empleados serán despedidos y todo es incertidumbre

Amazon, la empresa que transformó el modo en que compramos, planea reducir su plantilla en una cifra récord: 30.000 empleados corporativos serán despedidos a partir del 28 de octubre de 2025, según adelantó Reuters. Se trata del mayor ajuste laboral de su historia y representa aproximadamente el 10% de su fuerza corporativa.

La medida no sorprende a quienes siguen de cerca la evolución del sector tecnológico. Después del auge de contrataciones durante la pandemia, muchas empresas se encuentran sobredimensionadas. Pero Amazon no solo busca ahorrar costos: la automatización y la inteligencia artificial son ahora el eje de su estrategia.

Fundada por Jeff Bezos y dirigida actualmente por Andy Jassy, la compañía emplea a más de 1,5 millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, esta cifra pronto podría disminuir drásticamente, marcando un antes y un después en la relación entre tecnología y empleo.

Un ajuste con varias capas

Fuentes citadas por Reuters detallan que el recorte afectará casi todas las áreas corporativas, desde recursos humanos y operaciones hasta servicios tecnológicos y dispositivos. En paralelo, los gerentes de las divisiones implicadas ya están recibiendo formación específica sobre cómo comunicar los despidos, lo que evidencia la magnitud del proceso.

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© August_0802 – shutterstock

La medida se inscribe dentro de una reestructuración global que Amazon viene impulsando desde hace meses. Áreas como podcasting, comunicaciones o hardware ya habían experimentado reducciones significativas. Ahora, el ajuste se amplía al corazón administrativo y tecnológico de la empresa.

Mientras tanto, fuentes internas revelaron a The New York Times que Amazon planea automatizar progresivamente los centros de trabajo, sustituyendo a más de medio millón de empleados por robots. La visión es ambiciosa: integrar inteligencia artificial en todos los niveles, desde la logística hasta la gestión del talento.

El mensaje de Andy Jassy: “Menos manos, más algoritmos”

En un comunicado interno al que accedió Bloomberg, el consejero delegado de Amazon explicó que la empresa necesitará menos personas para tareas rutinarias, y más talento orientado a nuevos tipos de trabajo vinculados con la IA.

“En los próximos años, esperamos que la plantilla total disminuya a medida que la eficiencia aumente gracias al uso extensivo de la inteligencia artificial”, escribió Jassy.

El directivo, que desde su llegada ha impulsado una profunda reducción de la burocracia interna, también implementó una línea de denuncias anónimas para detectar ineficiencias. Solo en el primer semestre del año, el programa generó más de 450 cambios operativos derivados de las sugerencias de los empleados.

El mensaje es claro: Amazon no solo quiere ser más rápida, sino también más ligera.

Cuando la inteligencia artificial reemplaza al trabajador

La decisión de Amazon no ocurre en el vacío. Grandes tecnológicas atraviesan un punto de inflexión impulsado por la IA. Las tareas repetitivas, administrativas y de soporte están siendo sustituidas por sistemas automáticos capaces de procesar información en segundos.

La compañía busca automatizar hasta el 75% de las operaciones en algunos centros de entrega rápida, según medios estadounidenses. Esto incluye desde el embalaje de productos hasta el control de inventarios.

El movimiento se alinea con lo que ya hacen otros gigantes del sector. Meta, por ejemplo, recortó 600 puestos en su división de inteligencia artificial para reorganizar equipos y acelerar desarrollos. Intel anunció en julio el despido de 25.000 empleados, sumándose a los 15.000 que ya había despedido en trimestres previos.

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La tendencia parece irreversible: las empresas tecnológicas están reconfigurando su estructura alrededor de la automatización, aunque el costo humano sea enorme.

Un cambio estructural en el trabajo del futuro

El caso de Amazon simboliza algo más grande que una reestructuración corporativa. Representa una nueva fase del capitalismo digital, donde la eficiencia no solo se mide en velocidad o ingresos, sino también en la capacidad de prescindir del trabajo humano.

En los próximos años, la compañía proyecta que su dependencia de empleados de almacén se reduzca drásticamente. Robots inteligentes gestionarán los procesos, mientras los humanos se concentrarán en supervisar algoritmos y diseñar estrategias.

La pregunta que surge es inevitable: ¿qué pasa con los millones de trabajadores que hoy sostienen la operación global de estas plataformas? La respuesta aún no está clara, pero una cosa sí lo está: el futuro del empleo ya no depende solo de las personas, sino de la inteligencia que las reemplaza.

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