El aeropuerto internacional de Vilna, capital de Lituania, tuvo que cerrar completamente durante la noche del martes al miércoles tras detectar una avalancha de globos aerostáticos cargados con cigarrillos ilegales cruzando desde Bielorrusia.
El incidente provocó la cancelación de 30 vuelos y afectó a unos 4.000 pasajeros, en una de las interrupciones más graves registradas por la autoridad aeroportuaria del país. Según Vilmantas Vitkauskas, jefe del Centro Nacional de Gestión de Crisis, se trató de “la incursión más intensa del año”, con decenas de globos atravesando simultáneamente la frontera.
La situación fue tan grave que los vuelos fueron desviados a otros aeropuertos, como Varsovia y Kaunas, mientras que dos cruces fronterizos terrestres también se cerraron por motivos de seguridad.
El curioso método del contrabando aéreo

Lo que puede parecer una historia de película es, en realidad, una práctica extendida en la región. Los contrabandistas de tabaco utilizan globos meteorológicos —modificados para soportar peso— con el fin de transportar miles de paquetes de cigarrillos desde Bielorrusia hacia la Unión Europea, donde el precio del tabaco es mucho más alto.
Los dispositivos viajan con el viento, guiados por GPS rudimentarios, y dejan caer la carga en zonas rurales de difícil acceso. En ocasiones, los globos quedan atrapados en árboles o cables, revelando el alcance del tráfico.
Las imágenes difundidas por los medios locales muestran enormes globos blancos suspendidos entre los bosques, con cajetillas colgando en bolsas de plástico, un recordatorio del ingenio —y la audacia— de los contrabandistas.
Un problema que se agrava cada año

El fenómeno está lejos de ser nuevo. A principios de octubre, el mismo aeropuerto ya había suspendido operaciones por la llegada de 25 globos que cruzaron simultáneamente el espacio aéreo. En total, Lituania registró 966 incursiones de globos en 2024 y más de 500 en lo que va de 2025, según cifras oficiales.
El problema también afecta a Polonia, que ha reportado más de un centenar de incidentes similares este año. Las autoridades temen que el tráfico ilegal pueda servir de cobertura para operaciones más peligrosas, como espionaje o transporte de material no declarado, especialmente en un contexto de tensión creciente con Bielorrusia y Rusia.
La respuesta del Gobierno lituano
Ante la magnitud del incidente, la primera ministra Inga Ruginienė convocó una reunión urgente del Comité de Seguridad Nacional, calificando la situación como “inaceptable”.
“No es normal que tengamos que interceptar decenas de globos para proteger instalaciones estratégicas”, declaró la mandataria.
Ruginienė pidió cooperación a las autoridades de Minsk para detener los lanzamientos, aunque reconoció que las relaciones políticas entre ambos países dificultan cualquier acción conjunta.
El comandante de la Guardia Fronteriza, Rustamas Liubajevas, confirmó que cuatro sospechosos fueron detenidos y que las fuerzas lituanas están autorizadas a derribar los globos desde 2024.
Entre el contrabando y la seguridad militar
Más allá del tráfico de tabaco, el episodio tiene una dimensión geopolítica. Lituania es miembro de la OTAN y la Unión Europea, y comparte frontera directa con Bielorrusia, aliado clave de Vladímir Putin. En julio, el país ya había denunciado la incursión de drones rusos equipados con explosivos.
Por eso, cada nuevo objeto aéreo no identificado despierta alarma: lo que comenzó como una operación de contrabando se ha convertido en una cuestión de seguridad nacional.
[Fuente: Xataka]