Como si ya no estuviéramos vigilados por todas partes, las tiendas y malls de EE.UU. pronto podrían usar drones para atrapar a los que roban productos.
La controvertida compañía de vigilancia Flock Safety, que provee drones y dispositivos tecnológicos invasivos a la policía, anunció el jueves que ahora ofrece drones a empresas de seguridad privada.
Cada vez se usan más drones en el trabajo policial, y esta movida hace que sea probable que las compañías privadas ahora adopten la misma tecnología. Pero a medida que los drones se vuelven algo normal en la seguridad pública y privada, los defensores de la privacidad advierten que podrían convertir a EE.UU. en un estado vigilante.
“Los líderes del sector de la seguridad tienen que responder a la demanda de mayor protección, y su huella se amplía en tanto que sus presupuestos se achican y cada vez cuentan con menos personal”, dijo en un comunicado de prensa Rahul Sidu, vicepresidente de Aviación de Flock Safety.
La compañía dice que en cada caso un dron puede cubrir un radio de casi 6 kilómetros, con una autonomía de vuelo de hasta 45 minutos, brindando una rápida respuesta a depósitos, almacenes, parques de vías ferroviarias, hospitales, puertos, malls y centros de negocios.
En su comunicado de prensa, Flock Safety presentó los drones específicamente para tiendas minoristas, argumentando que sigue siendo alta la tasa de robos en tiendas. Citan un informe de la industria que indica que en 2024 los casos de robos en tiendas aumentaron un 93%, afirmando que la rápida respuesta del dron podría reducir los costos relacionados con estos robos a lo largo del tiempo. Por supuesto, hay que señalar que en 2024 se refutaron o desestimaron muchos de los casos denunciados como robos en tiendas, pero la policía de todos modos adquirió más dispositivos.
Unos ojos te siguen
Keith Kauffman, director del programa de drones en Flock, le dijo al MIT Technology Review cómo funcionarían en la práctica estos drones.
Cuando el personal de seguridad de la tienda detecta que el ladrón está saliendo, puede activar el dron, que está ubicado en el techo y está equipado con cámaras térmicas de video. Entonces el dron puede seguir al ladrón, que escapa a pie o en un vehículo. Luego el video se envía al equipo de seguridad de la compañía y se transmite directamente a la policía local.
La tecnología de Flock ya se usa en muchos departamentos de policía. Esta semana las cámaras captaron el número de licencia de un vehículo y así se atrapó a un sospechoso de asesinato en El Paso, y se ubicó a una adolescente desaparecida en Boulder, Colorado.
Sin embargo, no todos sienten entusiasmo por la tecnología de la compañía. Esta semana la ciudad de Evanston, Illinois, ordenó desinstalar 18 lectores de licencias de automóvil porque el Secretario de Estado Alexi Giannoulias descubrió que Flock le había dado acceso a los datos a la Aduana y Protección de Fronteras de EE.UU. En agosto el Congreso dio inicio a una investigación de lo que un miembro llamó el “rol de Flock al permitir prácticas invasivas de vigilancia que ponen en riesgo la privacidad, seguridad, y libertades civiles de mujeres, inmigrantes y otros estadounidenses vulnerables”.
Jay Stanley, Analista de Políticas de ACLU, ha estado advirtiendo en los últimos años que el creciente uso de drones para fines de vigilancia y seguridad privada requiere de estrictas reglas de protección e la privacidad que incluyan cuándo y dónde pueden usarse los drones, y cómo se administran los datos y videos.
“No queremos acabar en la pesadilla de los drones utilizados para la vigilancia masiva, o que la policía haga volar cámaras encima de nuestras cabezas como rutina en nuestras vidas cotidianas”, escribió Stanley en un posteo reciente en el blog.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Romina Fabbretti. Aquí podrás encontrar la versión original.