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Un proyecto europeo convierte los datos en calor y promete acabar con las estufas para reducir desperdicios, emisiones y costos

Mientras buena parte del continente se prepara para otro invierno marcado por los altos costes de la energía, un país europeo ha decidido tomar un camino radicalmente distinto: reemplazar las estufas tradicionales por pequeños ordenadores.

El proyecto, impulsado por UK Power Networks y la startup Thermify, plantea usar el calor que generan 500 Raspberry Pi trabajando en red para calentar viviendas. En lugar de esconder ese calor en grandes centros de datos, la propuesta es aprovecharlo directamente en los hogares.

Así nacen los llamados HeatHubs, unos dispositivos del tamaño de una bomba de calor que, en su interior, albergan cientos de módulos Raspberry Pi CM4 y CM5. Estas diminutas computadoras, al procesar información en la nube, producen energía térmica suficiente para mantener un hogar cálido durante el invierno.

El calor que antes se desperdiciaba

Raspberry Pi
© Vishnu Mohanan – Unsplash

Cada día, millones de servidores en el mundo consumen electricidad para mantener Internet en funcionamiento, y la mayor parte de esa energía se disipa en forma de calor. La idea de Thermify es tan simple como disruptiva: reciclar el calor digital para generar calefacción doméstica.

Los primeros ensayos han demostrado que el calor residual de la computación distribuida puede alcanzar temperaturas estables y confortables, especialmente en viviendas con buen aislamiento. En otras palabras, los ordenadores que procesan tareas de terceros en la nube están, literalmente, calentando hogares reales.

Lo sorprendente es que el modelo de negocio funciona en ambas direcciones: los usuarios pagan apenas unos 6,60 euros al mes, mientras reducen sus facturas de calefacción hasta un 40 %, y Thermify obtiene potencia de cálculo repartida por todo el país.

Un laboratorio de futuro en Reino Unido

Reino Unido Calefaccion Con Servidores
© Louis Reed – Unsplash

El proyecto piloto, que acaba de comenzar en el Reino Unido, involucra a unos 300 hogares y se extenderá durante los próximos cuatro años. Si los resultados confirman su eficiencia, el plan contempla instalar hasta 100.000 HeatHubs antes de 2030, convirtiendo miles de casas británicas en microcentros de datos ecológicos.

El país busca con ello reducir su dependencia del gas natural, responsable de buena parte de las emisiones del sector residencial. Para un gobierno que se enfrenta al dilema entre sostenibilidad y accesibilidad energética, la idea de calentar los hogares con el mismo poder que impulsa la nube suena cada vez más tentadora.

Computación, sostenibilidad y confort: el nuevo triángulo energético

El concepto de Thermify podría sentar un precedente global: fusionar el procesamiento informático con la gestión térmica de los hogares. En lugar de desperdiciar la energía generada por los chips, se canaliza hacia los radiadores, el agua caliente o los sistemas de climatización.

Cada cálculo ejecutado en una Raspberry Pi se convierte, de alguna manera, en una unidad de calor que mantiene una casa habitable. Un experimento que demuestra que el futuro energético puede venir de los lugares más inesperados: los pequeños ordenadores que un día sirvieron para enseñar a programar a niños, y hoy aspiran a calentar todo un país.

[Fuente: Meristation]

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