Alerta antojos: cómo funciona el detector natural del cerebro contra la comida chatarraCientíficos del Instituto Zuckerman de Columbia hallaron un nexo entre el intestino y el cerebro que informa la presencia de azúcar, grasa y aminoácidos. Por qué existe un impulso irrefrenable por estos alimentos. ¿Quién no tuvo alguna vez un antojo de papas fritas de paquete, seguido de una irrefrenable pulsión por comer y por agarrar más? Pues ahora la ciencia parece haber encontrado una nueva explicación para este fenómeno. Un grupo de expertos del Instituto Zuckerman de Columbia realizó un estudio y llegó a la conclusión de que hay un nexo entre el intestino y el cerebro que indica la presencia de azúcar, grasa y aminoácidos, tres componentes habituales de la comida chatarra. Según estos científicos, la conexión entre el cerebro y el intestino funciona a través de dos sistemas paralelos: uno que responde cuando la persona consume azúcar, grasa o aminoácidos y otro que se activa sólo con estímulos grasos. Querer y desear: cuál es la diferencia “La grasa, al igual que el azúcar, utiliza este eje intestino-cerebro para darle más impulso al consumo”, reflejó el estudio. Y profundizó: “Este descubrimiento puede proporcionar formas valiosas para modular nuestros hábitos alimenticios y ayudar a combatir la obesidad y los trastornos asociados, incluidas la diabetes y las enfermedades cardiovasculares”. Mengton Li, uno de los autores de este trabajo, dejó algunas conclusiones sobre lo que observaron: “Vivimos en tiempos en los que el consumo excesivo de grasas y azúcares está causando una epidemia de obesidad y de trastornos metabólicos. La ciencia nos está mostrando que el factor clave que impulsa estos antojos es la conexión entre el intestino y el cerebro”. Más allá de estos resultados, los expertos del Instituto Zuckerman aclararon que tanto el azúcar como la grasa cumplen un papel esencial en una dieta saludable, siempre y cuando se consuman en su justa medida. Las consecuencias Diversos estudios científicos encontraron que el consumo de productos a base de azúcar, de grasa y de sal pueden producir reacciones químicas similares a las que generan las drogas duras como la heroína o la cocaína.
Diego Querzé (MN 7949), jefe de Nutrición en Enfermedades Neurológicas del Instituto Fleni, sumó ante Infobae su visión sobre los antojos y los impulsos: “La comida chatarra tiene altas concentraciones de azúcar, de grasa y de sal. Eso nos provoca poca saciedad. Cuando comemos, generamos ciertas hormonas que le indican al cerebro un estado de satisfacción. La chatarra también produce eso pero en muy poca cantidad y por eso la buscamos todo el tiempo”. “Se empiezan a secretar una cantidad de hormonas entre el intestino y el cerebro que te indican que necesitás comer más”, afirmó Querzé. Y para finalizar, repasó: “Nosotros como profesionales apuntamos a mejorar las funciones cerebrales optando por una alimentación completa y variada que tenga neuronutrientes que son las grasas buenas, los granos integrales, el agua, la verdura y la fruta. Eso previene estas enfermedades y protege nuestro cerebro”. Volver a Actualizarte |
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