Lunes, 15 de Mayo de 2017

8 errores que cometemos en la ducha todos los días

Aunque te pueda parecer una opción mucho más higiénica, lo cierto es que ducharse (y enjabonarse) más de una vez al día puede incluso resultar perjudicial para nuestra dermis

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1. Usar agua muy caliente
El agua muy caliente deshidrata la piel, y puede conllevar efectos como la sequedad y la descamación.

No obstante, sus contraindicaciones no acaban aquí:

Si nos damos una ducha con el agua demasiado caliente corremos el riesgo de retirar demasiada grasa de la piel.
Esto resultaría perjudicial, puesto que la dejaría indefensa frente a las bacterias y sustancias nocivas.

Además, es capaz de provocar un flujo sanguíneo excesivo, que podría conducir a un enrojecimiento prolongado, así como a determinados efectos adversos como inflamaciones, espinillas y sequedad de la dermis.

2. Excederse del tiempo recomendado
Tomáte tu tiempo, pero no más del necesario o, de lo contrario, será contraproducente.
Como ya hemos indicado, nunca deberíamos tomar duchas de más de 10 minutos.

Como ocurre con el agua caliente, una ducha prolongada seca más la piel, y puede derivar en problemas como las espinillas y la irritación.

3. Abusar de los productos muy espumosos
Los geles y jabones corporales que en la actualidad encontramos en el mercado contienen tensioactivos que se encargan de pegar las moléculas de grasa a las del agua.

Sin embargo, si observas que tu gel de ducha produce demasiada espuma, es señal de que contiene estas sustancia en exceso.
Cuanta más espuma produce un gel, más capa protectora de grasa elimina, lo que puede derivar en una piel seca y áspera.


4. Cuidado con las esponjas viejas
Aunque pueda parecer algo sin importancia, usar la misma durante mucho tiempo es un gran riesgo para la salud.

Se podría decir que es algo similar a lo que ocurre con el uso prolongado del mismo cepillo de dientes.

Debes tener en cuenta que, debido a la humedad del ambientes en el que las utilizamos, suelen crearse condiciones idóneas para el desarrollo de las bacterias y hongos.
La solución pasa por no usar la misma esponja durante más de 4 semanas (como máximo).
Lo más recomendable es usar un guante de felpa o una pequeña toallita, sin olvidar secarla después de cada uno de sus usos.


5.No enjuagarse bien
No podemos pasar por alto el hecho de que el mínimo resto de jabón que quede en la piel puede provocar dermatitis irritativas. Por ello, debemos verificar que estamos bien limpios antes de salir de la ducha.

En cuanto al pelo, debes tener en cuenta que debe chirriar al escurrirse. Así podremos verificar que está perfectamente limpio el cuero cabelludo.

6. Frotar al secar
Secar la piel correctamente es igual de importante que lavarla bien, por lo que tendrás que tener cuidado con el uso de toallas que haces.

Tené en cuenta que las mejores son las no ásperas, que dejan el cuerpo ligeramente húmedo.

Cuando ya estés seco no olvides aplicarte una crema o loción corporal para humectar la piel.

7. Repetir ducha
Repetir ducha más de una vez al día, algo que se suele hacer normalmente si vamos al gimnasio o se hacen trabajos físicos de gran exigencia, tampoco es bueno.

En el caso de que tengas que darte esa segunda ducha, intenta que sea lo más rápida posible y sin gel: simplemente lavando el sudor y la posible suciedad.

8. Evita depilarte bajo el agua
Muchas de las mujeres que se depilan con cuchilla lo hacen en la ducha porque lo encuentran más cómodo.

No obstante, hay que tener en cuenta que rasurar el vello al tiempo que cae agua puede provocar irritación.

 


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