El reto fitness de 12 semanas que transformó a un hombre de 46 años

Durante su juventud, Ben Jackson mantuvo una vida abocada a seguir un camino saludable. La actividad física ocupaba gran parte de sus días. Pero con el transcurso de los años, por el desgaste de la rutina diaria y la falta de tiempo, aquellos hábitos fueron quedando de lado. Amante de las tartas y las cervezas, este hombre de 46 años, padre de tres hijos y oriundo de Warrington (Inglaterra), creía que a su edad ya era muy complejo de cumplir el deseo de volver al fitness y recuperar el estado físico que alguna vez tuvo. Sin embargo, se sometió a un plan de entrenamiento que lo reencontró con su aspecto juvenil.

A pesar de la barrera baja resistencia física que tenía, Jackson decidió aceptar el reto de aventurarse en un viaje de acondicionamiento propuesto por la marca nutricionista Myprotein: "Mi objetivo era bajar de peso, pero también quería volver a un buen nivel fitness", argumentó. Siguiendo una rutina de ejercicios acompañada por una dieta estricta, los resultados al cabo de 12 semanas son extraordinarios: logró reducir siete kilos y medio en tres meses y pasar del 20% de grasa corporal a tan solo el 9%.

Su caso rompe con algunos mitos: conseguir un cuerpo tonificado en un periodo tan acotado de tiempo es posible, e incluso lo es para quienes hayan pasado la barrera de las cuatro décadas, algo que suele relacionarse como impedimento: "Muchos hombres de más de 45 podrían pensar que ya es demasiado tarde para emprender un viaje fitness debido a que su cuerpo está fuera de forma o que no tienen la misma resistencia que antes. Pero no es así, todo el mundo puede", confesó.

¿Cómo lo hizo? Primero, Jackson siguió un estricto plan de nutrición y se mantuvo lejos del alcohol. Se deshizo de las barritas de chocolate y bebidas energéticas para hacer seis comidas más pequeñas y sanas al día, que consistían en huevos cocidos o escalfados, pechuga de pollo a la parrilla al horno, salmón y pescado blanco a la plancha, siempre acompañado con verduras. Y entre cada una de estas comidas, ingería una fruta o consumía batidos de proteína. Así, pasó de los 86,5 kg que dio en la balanza al comenzar la prueba, a los 79 kg finales.