Lunes, 26 de Junio de 2017

Con la herencia genética de las abuelas

La doctora en Biología Molecular Viviana Bernath explica que es absolutamente normal que los nietos hereden de sus abuelas aquello que sus madres no manifestaron. La respuesta a este gran misterio o interrogante se encuentra en las marcas epigenéticas que tiene el ADN.

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El encendido y apagado de genes al que refiere esta especialista es actualmente tema central de investigación. Ello explicaría, por ejemplo, el origen de muchas enfermedades. La diabetes, la tendencia a la obesidad y diversas afecciones cardiovasculares serían un claro ejemplo de ello.

Pero también los aspectos físicos e incuso aquellos aspectos de la personalidad individual serían mérito de las abuelas. Según esta hipótesis, las gesticulaciones faciales y corporales, la altura, el gusto por la lectura o la pasión por la cocina y la repostería se lo debemos a ellas.

Incluso, los lunares, el timbre de voz y los tics o manías tan propios de ellas es posible verlos reflejados en sus nietos. De hecho, lo esperable es que el embarazo de la nieta sea vivido de manera similar que el de la abuela. Mismos síntomas, mismos antojos. Todo ello, gracias a esa memoria genética cedida por la naturaleza.

Sin embargo, la realidad es que ambos especialistas son tajantes con un punto fundamental. Por el momento no existe evidencia alguna sobre cómo, cuándo y qué genes se encienden y apagan. Pues es muy complicado entender y comprobar mecanismos tan complejos como el de la epigenética.


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