Lunes, 24 de Julio de 2017

5 aspectos importantes que no sabías sobre el “síndrome del corazón roto”

Aunque es una enfermedad más frecuente en las mujeres los hombres también pueden padecer el síndrome del corazón roto si tienen alguna cardiopatía previa y están sujetos a mucho estrés

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Más allá de lo poético, más allá de lo simbólico que nos pueda parecer el término “corazón roto”, cabe decir qué estamos ante una cardiopatía real que deberíamos conocer en profundidad.

Resulta curioso que esta miocardiopatía por estrés fuera descrita por primera vez hace relativamente poco.

Fue en los años 90 cuando un médico japonés publicó el primer artículo científico sobre el tema, en el que describía una serie de características clínicas que al resto de la comunidad médica no le era desconocida.

1. El síndrome del corazón roto puede ser más grave en los hombres

Se ha popularizado tanto la idea de que el síndrome del corazón roto es tan común en la mujer que hay quien llega a creer que es exclusivo de este género y que, a su vez, es el tipo de cardiopatía más común que pueden padecer.

Aclaremos ideas:

  • El síndrome del corazón roto aparece sobre todo en mujeres mujeres posmenopáusicas.
  • La miocardiopatía de Takotsubo también puede afectar a los hombres. La proporción es menor, pero hay datos que no podemos descuidar.

Los hombres presentan mayor historial clínico asociado a cardiopatías que las mujeres, por tanto, el hecho de que en un momento dado aparezca este tipo de micardiopatía asociada al estrés, puede ser algo grave e incluso mortal si ese hombre ya cuenta con problemas cardíacos previos

2. No hay un fallo cardíaco: es un trastorno temporal

Lo más complejo de la miocardiopatía de Takotsubo es que la persona cree verdaderamente que está sufriendo un infarto, que va a morir.

La sintomatología es la misma pero, cuando los médicos llevan a cabo las pruebas clínicas, descubren al instante que no hay fallo cardíaco:

  • No hay ningún coágulo de sangre que bloquee la arteria.
  • Se aprecia en cambio algo muy llamativo: el ventrículo izquierdo tiene una forma cónica.
  • Esta alteración se debe al impacto de la adrenalina que deforma –temporalmente– el músculo cardíaco, pero nunca las propias arterias coronarias.

Por lo general, esta alteración se resuelve en poco tiempo sin dejar secuelas.

No obstante, el problema está sin duda en si ya tenemos problemas cardíacos previos o si sufrimos en más ocasiones esta miocardiopatía.

3. De pronto, nuestras emociones atacan al corazón

Una decepción, una pérdida, un fuerte impacto emocional, una mala noticia…

Nuestra mente no está preparada para la adversidad y, cuando esta aparece, nuestrocerebro reacciona del peor modo: liberando una combinación tóxica de hormonas que atacan directamente al corazón.

  • Se eleva de forma increíble el nivel de dopamina, adrenalina y noradrenalina. Son catecolaminas que fluyen en la sangre para impactar de forma directa en el músculo del corazón.
  • Es, efectivamente, algo similar a un golpe interno, al que le sigue un dolor paralizante en el pecho, sensación de ahogo y mareos…

La persona cree morir, porque las emociones, de pronto, actúan como nuestras propias enemigas al no saber gestionar de forma adecuada determinados momentos de nuestra vida.

4. ¿Puedo llegar a morir por el síndrome del corazón roto?

Una idea que se ha popularizado es que nadie se muere por “tener el corazón roto”.

Sin embargo, debemos tener claros algunos aspectos:

  • Si no controlamos nuestras situaciones de estrés,  lo que empieza siendo una simple miocardiopatía puntual puede dar paso a una cardiopatía severa o incluso a un infarto.
  • Si volvemos a sufrir en más ocasiones este síndrome, esta miocardiopatía, el músculo cardíaco puede quedar dañado.
  • La miocardiopatía de Takotsubo puede ser grave en pacientes mayores o en personas que tengan otras dolencias asociadas.

Por lo tanto, deberíamos ver esta condición médica como un “aviso”, como una invitación directa a cuidarnos física y psíquicamente un poco más.

5. Nadie está preparado para la adversidad o las malas noticias, pero podemos “entrenarnos”

Lo sabemos, nadie puede prever qué puede pasar mañana o cómo podemos reaccionar ante una mala noticia.

Lo ideal es cuidar el cuerpo y entrenar la mente en fortalezas, en calma interior, en resiliencia y en autocontrol.

Estas serían algunas pautas básicas.

  • Cuida de tus hábitos de vida. Evita fumar, come de forma saludable y haz ejercicio. Todo ello te permitirá tener un corazón más fuerte.
  • Entrena tus emociones. Para ello, puedes practicar diferentes técnicas de relajación, de meditación, de atención plena…
  • Encuentra actividades que favorezcan la liberación de tus emociones, que te hagan sentir bien, que te produzcan bienestar: bailar, pintar, escribir, conversar con amistades, hacer cursos…

Para concluir, a pesar de que el síndrome del corazón roto no sea una condición médica grave o mortal, debemos verla como una demostración sobre cómo nuestras propias emociones pueden dañarnos en un momento dado.


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Libertad Productora