Sábado, 7 de Octubre de 2017

Llega el verano y hay que alimentarse bien.

Recomiendan incorporar rutinas alimenticias que puedan sostenerse en el tiempo y evitar las dietas relámpago. Es clave no saltear ninguna comida e ingerir pequeñas porciones cada 3 ó 4 horas.

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La alimentación que se recomienda en verano, como en el resto del año, busca mantener hábitos que cuiden la salud de las personas. Es importante realizar las cuatro comidas diarias: desayuno, almuerzo, merienda y cena. Se recomienda no saltear ninguna comida e ingerir pequeñas porciones de alimentos cada 3 ó 4 horas para mantener el organismo con un buen nivel de glucosa en sangre y tener el metabolismo activo. 

Cada situación es particular y deberá ser acompañada con ciertas recomendaciones. "No existe la dieta del verano para que todos apliquen, sí hay ciertas pautas generales que se pueden adaptar a circunstancias particulares", explicó la especialista. Una de ellas es incluir en las comidas verduras crudas y cocidas; cereales y derivados, preferentemente integrales como arroz, legumbres y pastas; y también carnes vacunas, pollo y pescado. "Muchas personas creen que eliminando los hidratos de carbono van adelgazar más rápido, pero esto no es así. Los hidratos son nuestra principal fuente de energía", detalló.

Pero, ¿cómo comenzar? No es fácil hacer todo esto diariamente y teniendo tantas ofertas de comidas rápidas a disposición. Se recomienda hacer un cambio en el estilo de vida durante el transcurso de varias semanas, que luego pueda sostenerse durante meses y años. Dar un paso a la vez aumenta las posibilidades de llegar a un peso saludable y mantenerlo.

Tips saludables

Desayuno: incluir proteínas e hidratos, agregar leche a las infusiones o tomar yogur, comer cereales o tostadas con queso es una buena opción. Se puede incorporar una fruta para hacerlo más completo, o sino dejarla para media mañana. Si hay poco tiempo, se recomienda sumar una pequeña porción de frutos secos.

Almuerzo: Se trata de dividir un plato en dos mitades. En la primera mitad, introducir los vegetales crudos y/o cocidos y en la segunda las proteínas (carnes) y/o cereales (arroz, pastas, legumbres).

Merienda: al igual que en el desayuno se recomienda acompañar la infusión con ensaladas de frutas o porción. 

Cena: evite sumar grasas y calorías con frituras ya que son calorías que no se utilizarán y se convertirán en grasas en las horas de descanso. 

Agua: Recuerde tomar entre 8 y 10 vasos de agua diarios. No espere a sentir sed para beber líquido, ya que sentir sed es un signo de deshidratación. El agua es de suma importancia porque ayuda al gasto metabólico y a eliminar los nutrientes que ya no necesitamos. 

Lista: Hacer una lista con los productos que se va a requerir para hacer las comidas de la semana. Evitar ir al supermercado con hambre para no caer en la tentación de comprar snacks.


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