Los argentinos mantienen la misma distancia con los extraños que los canadienses con sus amantesUna investigación se dedicó a analizar las relaciones interpersonales entre personas y dividió las relaciones en tres categorías: extraños, conocidos y cercanos. Las costumbres y hábitos son diferentes según el lugar y el contexto en el mundo que se mire. Así, cuando uno viaja, se puede encontrar con tradiciones que lo sorprendan. Entre ellas, una de las más conocidas es la manera de saludar a otra persona; ya sea una familiar, un conocido o un extraño. El saludo es una forma de comunicar cortesía o amabilidad con el otro y suele tener un importante componente cultural que varía según el país, las costumbres, creencias y religiones. Puede ser un beso, un apretón de manos o simplemente inclinar el cuerpo hacia abajo. Sin embargo, no es el único indicador que marca una cultura si se tiene en cuenta la distancia entre las personas a la hora de vincularse. Un estudio reciente llamado Distancias Interpersonales preferidas: una comparación global publicado en Journal of Cross-Cultural Psychology demostró que los argentinos son los que menos distancia personal ponen tanto con un conocido como con un extraño. Este estudio se encuadra dentro de la proxemia, el campo de la semiótica dedicado al estudio de la organización del espacio durante la comunicación lingüística, las relaciones entre las personas y los objetos durante la interacción y las posturas adoptadas, entre otras cosas. La investigación, realizada por 89 investigadores de diferentes países, consistió en entrevistar a 8.943 personas de 53 ciudades en 42 países diferentes sobre la distancia con la que se sentían cómodos acercándose a un extraño, a un conocido y a alguien cercano. Esta costumbre llamada distancia interpersonal varía según la cultura y otros factores que van desde lo religioso hasta el clima de la región. Así son los casos de Noruega y Ucrania, ya que sus bajas temperaturas generan que la distancia interpersonal sea menor para generar el calor necesario. En términos cuantitativos, la conclusión final indica que los argentinos solo necesitan que haya 77 centímetros entre su cuerpo y el de un extraño para entablar una conversación, seguido de los peruanos con 80 centímetros. En cambio, los rumanos necesitan casi el doble: 140 centímetros. Como dato de color, Guillermo Macbeth, doctor en psicología y especialista en ciencias cognitivas, y Eugenia Razumiejczyk, también doctora en psicología, son dos científicos argentinos que formaron parte de esta investigación: "Todavía no se saben con exactitud los motivos. Es evidente que una razón es el clima subtropical. Pero la principal rareza es que los argentinos tenemos preferencia por la cercanía física, tanto entre conocidos como con extraños, en comparación con otros países", dijo Razumiejcyk. La conducta de los argentinos tiene particularidades que no se reproducen en otras partes, como por ejemplo, el beso como saludo cotidiano entre hombres. Así, Macbeth sostiene: "Las costumbres argentinas, en parte, son problemáticas en interacción con otras culturas. Sin embargo, esto ocurre con cualquier cultura. Sabemos por otros estudios que las situaciones interculturales activan de manera espontánea procesos adaptativos. Antes de permitirnos actuar según nuestras propias costumbres, pareciera que observamos con atención cómo se comportan para formarnos una idea de lo conveniente". El estudio, a su vez, indica que las personas aprenden con rapidez las reglas tácticas de la distancia social. Esto es importante ya que tanto los saludos como mantener la distancia adecuada son convenciones sociales que expresan respeto y educación para con el otro. Ante la duda de no saber cuál es la manera correcta de vincularse con otra persona de una cultura diferente, se recomienda optar por estrechar la mano, ya que es el saludo más utilizado alrededor del mundo. Volver a Actualizarte |
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