Todo lo que tenés que saber antes del estreno de "Los últimos Jedi"Este jueves 14 se estrenará el octavo episodio de Star Wars. Después de un gran título previo, Los últimos Jedi tiene muchos interrogantes por resolver para estar a la altura de una saga increíble. Este jueves 14, la saga de Star Wars se enfrentará a uno de sus mayores desafíos: mantener la vara alta que dejó el episodio VII estrenado en 2015. Ya no existe el amparo de la nostalgia, se evaporó el entusiasmo ciego ante la resurrección de viejos conocidos, tampoco experimentaremos el éxtasis de ver al Halcón Milenario despertar de un sueño de 40 años, ni nos maravillaremos ante el casco derretido de Darth Vader. Este episodio VIII, titulado Los últimos Jedi y dirigido por Rian Johnson, tiene la responsabilidad de demostrar que al universo de Star Wars le queda mucha potencia narrativa para seguir fanatizando a un público sin género ni edad. J.J. Abrams fue muy astuto al combinar en El despertar de la Fuerza la dosis justa de homenaje y renovación. Todos hemos quedado fascinados con Rey, el personaje interpretado por Daisy Ridley, y nos hemos emocionado con la aparición final de Luke Skywalker. ¿Cuáles serán las cartas que hagan de este episodio algo tanto o más especial que su antecesor? En lo primero que uno piensa es en la continuidad de la historia, llena de piezas que moviéndose con astucia la complejizarían como en las mejores tragedias de Shakespeare. Rey se ha encontrado con Luke (¿acaso su padre?) para perfeccionar sus habilidades como jedi, mientras que Kylo Ren se ha afirmado en el parricidio al atravesar con una espada láser a Han Solo. Los caminos de iniciación de ambos personajes son claros: el bien y el mal empiezan a fortalecerse, dejando todo servido para el clímax del episodio IX, otra vez a cargo de J.J. Abrams. El nacimiento del mito Los comienzos de este fenómeno cultural se remontan a 1977, con el estreno de lo que hoy se conoce como Una nueva esperanza. Se trataba de una película de aventuras espaciales clásica y hasta básica, con princesas raptadas y caballeros blandiendo espadas luminosas. El mismo George Lucas no depositaba demasiada expectativa en su filme, pero el furor fue inmediato y expansivo. Entonces no tardó en prepararse una secuela en el marco de una trilogía, alejándose del tono infanto-juvenil para encontrar aristas más oscuras. Esta apertura le permitió a George Lucas desarrollar en profundidad un sistema religioso y político determinado por la fuerza y su reverso, el lado oscuro, un postulado filosófico con reminiscencias orientales. Mientras la fuerza promueve valores republicanos, el lado oscuro impone regímenes totalitarios. A este esquema de opuestos complementarios se le agregaron conflictos cortesanos, como Luke descubriendo que Darth Vader era su padre. Más ingredientes: una pareja chistosa de robots, un yeti gruñón, un gnomo que resulta ser el mayor maestro jedi del universo, un emperador siniestro, un arma de destrucción masiva capaz de hacer estallar planetas. La epopeya se puso en marcha y se grabó a fuego en el inconsciente colectivo. Todos entendemos las referencias a Star Warsaunque no hayamos visto las películas. La respiración profunda y metálica de Darth Vader ya es un ícono pop. O la frase que abre cada película: “En una galaxia muy, muy lejana”.
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