Shakira fue denunciada por un presunto delito fiscal

El diario La Vanguardia confirma que la Agencia Tributaria de España envió a la Fiscalía una denuncia contra Shakira por un supuesto delito fiscal entre 2011 y 2014. La cantante residía durante esos años en España por lo cual, el Fisco considera que debería haber tributado en el país la mayor parte de sus ingresos.

Mientras tanto, el entorno de Shakira asegura que “durante esos años ella pasaba la mayor parte del tiempo fuera de ese país y que la mayoría de sus ingresos provenían del extranjero”. Además agregan que “ella siempre cumplió con sus obligaciones fiscales y que este caso se trata de una diferencia de criterio y no de ocultamiento fiscal".

Ella misma alegó, sin éxito, que durante toda esa etapa pasaba la mayor parte del año Bahamas. Sin embargo, los inspectores no dieron credibilidad a la versión de Shakira y, a finales del 2017, presentaron una denuncia por tres delitos fiscales ante la Fiscalía. El delito de 2011 habría prescrito, por lo que finalmente los años que van a investigarse son 2012, 2013 y 2014.
La residencia es sumamente importante para determinar el pago de impuestos. Si un ciudadano pasa al menos 183 días (la mitad del año más un día) en España, se le considera residente fiscal. La ley establece que debe entonces tributar en concepto de IRPF por los ingresos que obtiene en todo el mundo. En caso de vivir fuera de España, por el contrario, debe abonar impuestos solo por los ingresos obtenidos en territorio español y a un tipo más favorable, del 24%.

Desde Hacienda consideran que esta situación podría constituir un delito agravado "por el importe defraudado", que podría ser elevado y ascender a decenas de millones de euros.

Shakira y Gerard Piqué asentaron su relación en 2011 y tuvieron su primer hijo en el año 2013.

La colombiana visitó al “mejor cirujano del mundo” en busca de una solución para su problema de salud que no le valiera su carrera. Sin embargo, en los últimos días trascendió que la cantante habría decidido no someterse a la cirugía por miedo a perder su voz. Como alternativa, seguirá un tratamiento de cortisona y pasará un mes sin hablar, para luego comenzar un tratamiento con una foniatra hasta marzo, momento en el que espera haber finalizado su recuperación.