Se estrena "Deadpool 2": la vergüenza del barrioLlega Deadpool 2, secuela del antihéroe cómico de Marvel que en su primera entrega cosechó un éxito inesperado. Lo interpreta de nuevo Ryan Reynolds. Mucho más aun después del estreno de la excesiva y multitudinaria Avengers: Infinity war, el mundo se divide en dos: la gente que ama a los superhéroes y la que los detesta. No por nada la sociedad Marvel/Disney lanza desvergonzadamente solo tres semanas más tarde Deadpool 2, una manera de ponerle paños fríos al bombardeo de franquicias con la secuela dedicada al anti-superhéroe por excelencia, que hace chistes sobre los X-Men y da mal ejemplo justiciero con sus líneas escatológicas y miserias tragicómicas. Así, la maquinaria hollywoodense sigue amasando fortunas con el género aunque más no sea gracias a una oveja negra sutilmente estudiada, un jocoso Hombre-Araña para adultos de rostro freak tras la máscara y complicidad de cuarta pared. A decir verdad, no todo es tan planeado: la primera Deadpool (2016) fue un suceso inesperado, fruto de un proyecto que reptó durante casi una década y que insumió unos modestos 58 millones de dólares. Una efectiva campaña de marketing de expansión viral y el carisma vertiginoso de la criatura interpretada por Ryan Reynolds hicieron el resto, levantando una recaudación de alrededor de 800 millones y el merecimiento de dos candidaturas a los Globos de Oro (hazaña remota para un filme de superhéroes). La secuela, tras un arranque así, era un paso inevitable. Así, el “mercenario bocazas” de nombre Wade Wilson transfigurado en Deadpool tras un experimento especial que lo curó de un cáncer (y le arruinó la cara para siempre) vuelve al ruedo en una historia que introduce al guerrero futurista Cable (un fornido Josh Brolin) y en la que lo asisten los jóvenes compinches mutantes Domino (Zazie Beetz), Negasonic Teenage Warhead (Brianna Hildebrand) y Coloso (Stefan Kapicic), entre otros futuros X-Factor, mientras su novia Vanessa (Morena Baccarin) da vueltas por allí. Reynolds vuelve a encarnar a Deadpool y a repetir rol de productor, anexándose a la vez como guionista a la dupla asentada de Rhett Reese y Paul Wernick, en tanto el director David Leitch (John Wick, Atómica) reemplaza al anterior Tim Miller. Fama y ansiedad
En una entrevista reciente, Reynolds matizó: “Nunca he encontrado un papel que me haya dado tanta libertad como este”, y agregó: "La calificación de la película es para adultos, así que vamos a hacernos los pícaros y decir lo que queramos. Llevo un tiempo viendo que hasta los cómicos tienen hoy miedo, pero luego aparece en escena Ricky Gervais y a él le da todo igual. Esa libertad, ese humor descarado de quien se ríe de uno mismo es precioso, es saludable y rompe la tensión". "Deadpool es un personaje de moral flexible que no quiere hacer el bien, sino que lo hace a regañadientes. No es virtuoso, no es Superman. Pero eso lo hace único, interesante, querible. Querés a un tipo que mete la pata cuando lo que prima es ser perfecto y dar la versión mejorada de uno mismo", completó el canadiense de 41 años sobre el personaje que interpretó por primera vez en X-Men Orígenes: Wolverine (2009, como Wade Wilson) y que vio la luz en 1991 en la historieta New Mutants, por obra y gracia del guionista Fabian Nicieza y el dibujante Rob Liefeld. Brolin, que hace de Cable inmediatamente después de hacer del villano cósmico Thanos en Avengers: Infinity war, muestra la relajación que Reynolds añora: “Para un actor es divertido hacer cosas así. Parece que este tipo de filmes no requieren interpretación, pero yo veo que piden más concentración, imaginación y convicción", señaló el californiano, conocido por sus roles en los filmes de los hermanos Coen y feliz de que lo llamen para filmar cintas de superhéroes a sus 50 años. "A mi edad no me importa nada, es una decisión personal pasármelo bien al trabajar", cerró. Volver a Actualizarte |
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