Lunes, 25 de Junio de 2018

7 razones por los cuales comerse las uñas es malo

Más allá de ser un problema estético, comerse las uñas puede derivar en complicaciones de salud de tipo bacteriano e incluso en la deformación de los dedos

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Una de las características más destacadas de este hábito es que no nos damos cuenta de él.Por esta razón se torna muy difícil dejar de morderse las uñas. Aunque sepamos que queda antiestético, nos duelan los dedos o incluso dejemos de hacer otras actividades por quitarnos el último pedacito de uña… Lo seguimos haciendo.

Es necesario establecer cuál es el origen de esta manía. La principal causa, según las investigaciones, es la ansiedad. Esto significa que al comerse las uñas, la mente encuentra una vía de escape para los problemas, las preocupaciones o los sentimientos negativos.

Los cuadros de angustia y de estrés suelen ser también otras de las razones por las que una persona se muerde las uñas. Con el paso del tiempo este hábito pasa a ser como un “tic nervioso”, incontrolable y cotidiano.

El hecho de comerse las uñas afecta tanto su crecimiento como su estructura al generar microrroturas en las diferentes capas. Por eso crecen de forma desigual y no cubren toda la superficie del dedo.

¿Qué efecto tiene morderse las uñas?

Falta de crecimiento
uñas frágiles

Cuando la uña es mordida hasta lo más profundo tarda mucho en volver a crecer y, si lo hace, será de forma inadecuada. Esto, por ejemplo, provoca que los dedos no se vean bien y afecten la belleza de las manos.

Dolores
Al querer tomar algún objeto, abrir un envoltorio, usar herramientas, escribir en el ordenador o en el móvil el dolor es insoportable. No podemos realizar nuestras actividades cotidianas de manera eficaz ya que el simple contacto de los dedos con cualquier material nos paraliza.

Enfermedades bacterianas
Las uñas son un sitio “ideal” para que proliferen bacterias de todo tipo debido a que los dedos están constantemente manipulando objetos que pueden estar contaminados o sucios.

Entre las especies más “populares” que se desarrollan debajo de las uñas están la Salmonella y la E. Coli (ambas transmitidas por alimentos crudos).

Cuando nos llevamos los dedos a la boca automáticamente estos microorganismos pasan a las mucosas y, desde allí, directos al interior de nuestro cuerpo, donde causan estragos.

No obstante, para algunos médicos aquellos que se muerden las uñas tienen el sistema inmune más fuerte debido, justamente, al ingreso de estas bacterias: el organismo ha sabido defenderse de ellas y ya no enferma.

Problemas dentales
Los dientes frontales son los que mayormente “se encargan” de morder las uñas. Esto aumenta el desgaste en los bordes de las piezas dentales y, además, aumenta la sensibilidad oral debido a que se va perdiendo el esmalte que las recubre.

Como si fuera poco, nuestro hábito también puede provocar maloclusión dental (mal alineamiento) y problemas para masticar o incluso dormir si la boca no cierra completamente.

Factores emocionales
Uno de los típicos hábitos de los que se comen las uñas es ocultar sus manos. Más allá de las cuestiones de la moda, lo cierto es que a nadie le gusta que le vean las uñas mordidas o partidas.

Entre las consecuencias psicológicas de esta manía encontramos vergüenza, baja autoestima, frustración y tristeza.

A su vez, ocasiona problemas sociales, sobre todo en las mujeres, quienes prefieren dejar de ver a sus amigas o conocidas por no seguir los cánones de belleza estipulados.

Dolores articulares
Cervicales
Aunque pueda sonar extraño, esta manía causa dolores en las cervicales y la mandíbula debido al esfuerzo que deben hacer los músculos para quitar los fragmentos de uña.

Enfermedades infecciosas
Cuando te muerdes las uñas eres más vulnerable a sufrir una enfermedad llamada paroniquia. Se trata de una infección en los dedos que provoca hinchazón, enrojecimiento y producción de pus.

Se desarrolla cuando ingresan bacterias en las fisuras o desgarros de la piel (que son más habituales por estar en contacto con la saliva).

Los hongos también pueden ser frecuentes cuando la carne de los dedos está “al aire libre” y sin la protección de la uña.


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