Amistad inteligente: los asistentes virtuales Alexa y Cortana ya son compatibles

El anuncio se hizo meses atrás y ahora toma forma. Microsoft y Amazon unen sus fuerzas y hacen compatibles a sus asistentes virtuales, Cortana y Alexa, respectivamente. La beta de esta "amistad" ya está disponible, en inglés, desde ayer, en una fase de prueba de la integración.

Para hablar con un asistente a través del otro, los usuarios deben decir "Cortana, abrir Alexa" o "Alexa, abrir Cortana". Entre varias funciones, es posible gestionar una compra en Amazon y seguirla, desde el asistente de Microsoft. O pedirle a Alexa que lea correos electrónicos desde Cortana. O que éste le pida al asistente de Amazon prender las luces del hogar

¿Cómo probarlo?

A partir de esta semana, ya es posible acceder al asistente inteligente de Amazon, Alexa, en dispositivos habilitados para Cortana. También se puede acceder a Cortana desde los dispositivos Echo de Amazon.

Tan solo es necesario contar con un altavoz inteligente Echo, y un dispositivo con Windows 10, ambos con software actualizado. Próximamente, los sistemas operativos Android y iOS se sumarán a esta integración de los asistentes.

En esta etapa, funciones destacadas como la transmisión de música, la escucha de audiolibros o las noticias no estarán disponibles. Y, por el momento, la amistad cobrará vida solo en los Estados Unidos.

Ambas compañías prometen seguir trabajando en mejoras y nuevas funciones. Y esperan el feedback de sus usuarios para realizar ajustes.

Según señalaron desde Amazon y Microsoft, no compartirán datos de sus usuarios. Es decir, la información recopilada por cada asistente será controlada por cada empresa, bajo la política de privacidad correspondiente.

Amazon, a través de Alexa, es el líder del mercado de altavoces inteligentes, con un 44% del mercado, según la compañía de investigación de mercado Strategy Analytics.

Por su parte, Cortana de Microsoft es parte de Windows 10 y tiene una profunda integración con el software de Office que se utiliza en el ámbito laboral.