Obligar a los niños a comer comida que no les gusta es dañinoEl estudio fue publicado en la revista Appetite y se encargó de analizar la relación que existe entre la alimentación selectiva, la presión para que coman cosas que no les gustan y el crecimiento en la Infancia El estudio fue publicado en la revista Appetite y se encargó de analizar la relación que existe entre la alimentación selectiva de los niños, la presión que ejercen los padres para que coman cosas que no les gustan y el crecimiento en la Infancia. Fueron 244 niños entre dos y tres años los que se estudiaron por un periodo de 12 meses, comparando las tácticas que tenía cada padre para hacer que comieran.La idea era identificar si había alguna relación entre la obligación a comer alimentos y la reducción de la “conducta de alimentación selectiva” (básicamente, ver si la presión de los padres afecta de alguna forma lo quisquillosos que eran sus hijos para comer.
El estudio concluyó que a pesar de que muchos padres pensaban que obligando a sus hijos a comer alimentos que les desagradaban a la fuerza lograrían que los comieran por voluntad propia cuando más grandes, la verdad es que se producía el efecto contrario. Aquellos niños que eran presionados para comer durante sus primeros años de vida terminaban siendo aun más quisquillosos con los alimentos, generaban un rechazo mucho más grande que si no los hubiesen obligados.Volver a Actualizarte |
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