Lunes, 23 de Septiembre de 2019

Alertan sobre el uso de pantallas digitales antes de los dos años

Un estudio demostró que cuanto mayor es el tiempo frente a pantallas entre los dos y los tres años, menor fue el rendimiento encontrado en las pruebas de evaluación del desarrollo

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El debate surge en cada reunión social o salida a comer en familia. Ya no llama la atención ver niñas y niños pequeños con tablets o teléfonos celulares en la mesa del restaurante, o en un sillón contiguo a donde comen los adultos, en una cena de amigos. O en el colectivo. O en la sala de embarque previo a tomar un avión. O en la espera del médico.

El "chupete electrónico" reemplazó a los autitos, rompecabezas, hojas y lápices de colores y demás artilugios a los que recurrían los padres -hasta no hace mucho tiempo- para entretener a sus hijos en las salidas o viajes.

Desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) volvieron a alertar acerca de la exposición de niños a pantallas, que puede ser perjudicial para el desarrollo infantil si no se controla adecuadamente. Destacaron que hasta los dos años no deben estar expuestos a estos dispositivos, mientras que entre los dos y cinco años el máximo aceptable es una hora diaria, siempre con contenidos de alta calidad didáctica, apropiados para su edad y acompañados por un adulto responsable.

"Por pantallas nos referimos a cualquier dispositivo electrónico digital que proyecte imágenes, como televisores, computadoras, tablets, teléfonos celulares y videojuegos, entre otros. Lamentablemente, su uso comienza cada vez a edades más tempranas, a pesar de las recomendaciones actuales al respecto", explicó el médico pediatra Nicolás Cacchiarelli, prosecretario del Comité de Crecimiento y Desarrollo de la SAP.

Las pantallas impactan negativamente por el contenido de lo que ven o hacen los niños mientras utilizan estos dispositivos y también por todo lo que dejan de hacer, como el desarrollo de vínculos afectivos con los demás, juegos creativos, lectura, estudio y actividad física, etcétera. El desarrollo del cerebro del niño depende en parte de las experiencias que vive y la pérdida de momentos de juego creativo tiene un fuerte impacto en su fortalecimiento.

Si bien aún se están estudiando los mecanismos que intervienen para que la exposición a pantallas por sobre las recomendaciones produzcan efectos nocivos en la salud, entre las conclusiones preliminares se halló que el cerebro interpreta la luz azul de las pantallas como que "es de día" y por eso se producen alteraciones en el sueño. 

Además, se están empezando a describir problemas visuales más tempranos, contracturas musculares y tendinitis.

En cuanto a los efectos producto por todas las otras actividades saludables que se dejan de hacer, aparecen niveles importantes de sedentarismo, obesidad, depresión, ansiedad, trastornos vinculares y afectación general en el desarrollo cognitivo, emocional y social del niño.

"El uso de pantallas a cualquier edad produce un efecto inmediato de detención del movimiento y de desconexión de lo que está ocurriendo alrededor. Esto, que a primera vista puede resultar práctico, impacta directamente en áreas sensibles del desarrollo de los niños pequeños como la calidad del sueño y el desarrollo del lenguaje y en la edad escolar, en la capacidad de concentración para el aprendizaje", detalló Laura Krynski, secretaria de la Subcomisión de tecnologías de la Información (TICs) de la SAP.

En enero de este año, se había difundido una investigación denominada Asociación entre tiempo de pantalla y performance de los niños en una evaluación de desarrollo, publicada en JAMA Pediatrics, que evaluó a 2441 madres y niños menores de cinco años de Canadá y concluyó que hay una asociación directa entre el tiempo de pantalla al que se someten y el desarrollo cognitivo de los niños.

"Las cifras que arroja este estudio son alarmantes, dado que muestra, por ejemplo, que los niños de dos años se encuentran expuestos a pantallas en promedio alrededor de dos horas y media por día, y a los tres años, más de tres horas y media diarias. Y aquí se demostró la siguiente asociación: cuanto mayor es el tiempo de exposición a las pantallas a los dos y a los tres años, menor es el rendimiento encontrado en las pruebas de evaluación del desarrollo de esos mismos niños al ser evaluados a los tres y a los cinco años respectivamente.

Si bien estos datos son de Canadá y no contamos con estadísticas locales al respecto, todo indica que en nuestro país la situación sería muy parecida", aseveró el médico pediatra Esteban Rowensztein, especialista en desarrollo infantil y secretario del Comité Nacional de Pediatría General Ambulatoria de la SAP.

 


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