Martes, 23 de Junio de 2020

Los matemáticos que permitieron ver cine en casa ganan el premio Princesa de Asturias de Investigación

Yves Meyer, Ingrid Daubechies, Terence Tao y Emmanuel Candès han transformado el mundo con técnicas que posibilitan visionar películas digitales y obtener imágenes médicas

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Una de las transformaciones más profundas de la humanidad nació en la cola de una fotocopiadora un día de 1984, en la Escuela Politécnica de Palaiseau, cerca de París. El matemático Yves Meyer estaba esperando a que un colega imprimiese un estudio sobre la descomposición de las señales sísmicas registradas en los terremotos. Asombrado por las posibles implicaciones, Meyer compró inmediatamente un billete de tren para ir a Marsella a hablar con los autores, entre ellos la matemática belga Ingrid Daubechies. Juntos desarrollaron una teoría, la de las ondículas, que ha posibilitado fraccionar imágenes y sonidos en paquetes de información más sencillos que permiten su manejo. Ver el interior de un pulmón de un paciente afectado por la covid en un hospital, disfrutar de una película digital y comprimir las fotos de las vacaciones son cosas que han sido posibles gracias a estos trabajos matemáticos pioneros. Yves Meyer, Ingrid Daubechies y sus colegas más jóvenes Terence Tao y Emmanuel Candès han ganado el premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2020, según ha anunciado el jurado este martes.

El premio, otorgado por la Fundación Princesa de Asturias, incluye una escultura de Joan Miró y una dotación económica de 50.000 euros. El acta del jurado destaca “sus contribuciones pioneras y trascendentales a las teorías y técnicas matemáticas para el procesamiento de datos, que han ampliado extraordinariamente la capacidad de observación de nuestros sentidos y son base y soporte de la moderna era digital”. En el jurado de esta edición, formado por 18 investigadores, se encuentran algunos ganadores de años anteriores, como el biólogo Ginés Morata, el físico Juan Ignacio Cirac y el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga.

Los cuatro investigadores premiados este martes forman parte de la élite mundial de las matemáticas. Terence Tao (Adelaida, Australia, 1975) fue un joven prodigio y hoy es un brillante profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU). Emmanuel Candès, un discípulo de Meyer nacido en París en 1970, investiga en la Universidad de Stanford (EE UU). Tao y Candès protagonizaron una segunda revolución en las técnicas de tratamiento de la información a comienzos del siglo XXI, con teorías que han permitido la reconstrucción eficiente de datos dispersos a partir de unas pocas mediciones, según ha resaltado la Fundación Princesa de Asturias. Los actuales aparatos de resonancia magnética para el diagnóstico médico incorporan estas herramientas matemáticas para acortar el tiempo de escaneo sin perder calidad de imagen.

Ingrid Daubechies (Houthalen, Bélgica, 1954) sigue trabajando a sus 65 años en la Universidad Duke (EE UU). Yves Meyer, nacido en 1939 en el Túnez colonial francés, es profesor emérito de la Universidad París-Saclay. “España es la mitad de mi vida”, explicó Meyer en una entrevista con EL PAÍS en 2017, tras ganar el premio Abel, dotado con 675.000 euros y considerado el nobel de las matemáticas. Su primer viaje a España fue en 1957, cuando era un estudiante de 18 años alojado en el barrio madrileño de Argüelles. Meyer habla español perfectamente y recita de memoria pasajes del Cantar de Mio Cid y de Don Quijote de La Mancha. Sus visitas a España eran tan frecuentes que el matemático Antonio Córdoba suele decir en broma que Yves Meyer, en realidad, era un profesor de la Universidad Autónoma de Madrid que viajaba mucho a Francia.

Además de facilitar el ocio en casa con el cine digital, los cuatro matemáticos han abierto un nuevo mundo a la investigación científica. Sus teorías para procesar imágenes son esenciales para analizar las observaciones realizadas por el telescopio espacial Hubble y para detectar las ondas gravitacionales generadas por el choque de agujeros negros hace cientos de millones de años. El jurado de los Princesa de Asturias afirma que las ondículas investigadas por Meyer y Daubechies son como “latidos matemáticos” que permiten “escuchar la música que encierra el aparente ruido del Universo, entre otras muchas aplicaciones de todo tipo”. Las técnicas matemáticas de Meyer, Daubechies, Tao y Candès han logrado “visualizar lo que no podemos ver y escuchar lo que no podemos oír”, según el jurado.

El galardón científico es el séptimo de los ocho premios internacionales anunciados este año por la Fundación Princesa de Asturias. La escritora canadiense Anne Carson ha sido galardonada con el premio de las Letras 2020. El piloto de rally Carlos Sainz ha ganado en la categoría de Deportes. El economista turco Dani Rodrik se ha llevado el premio de Ciencias Sociales. Los compositores Ennio Morricone y John Williams, el de las Artes. Los sanitarios españoles que trabajan en primera línea contra la covid-19 recibirán el premio Princesa de Asturias de la Concordia. Y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y el Hay Festival han sido galardonados en la categoría de Comunicación y Humanidades. Este jueves se anunciará el ganador del Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2020. La ceremonia de entrega tendrá lugar el 16 de octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo.


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