Jueves, 25 de Noviembre de 2021

La búsqueda de la longevidad: un estudio logró “eliminar” células envejecidas

Investigadores ingleses y españoles diseñaron un fármaco que se dirige puntualmente a las células asociadas al envejecimiento. La investigación está en etapa experimental. Cuáles serían sus beneficios.

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La búsqueda de una mayor longevidad para los seres humanos continúa siendo un objetivo de la investigación científica. Un equipo científico internacional, liderado por el investigador español Salvador Macip, logró desarrollar un método para eliminar las células senescentes. Esta innovación podría transformar los tratamientos contra el envejecimiento y otras enfermedades relacionadas, como Alzheimer y cánceres.

El equipo está conformado por científicos de la Universidad de Leicester, del Reino Unido, que colaboran con investigadores de la Universidad Oberta de Cataluña, España, la Universidad Tecnológica de Cross River, en Nigeria, la Universidad de Umm Al-Qura, Arabia Saudita, y la empresa farmacéutica Abzena. Si bien faltan ensayos clínicos con voluntarios, consideran que un tratamiento pionero con anticuerpos para eliminar las células senescentes.

La senescencia celular es un fenómeno irreversible que se produce cuando cesa el proceso natural de división celular en los tejidos humanos. Se cree que contribuye al desarrollo del propio envejecimiento, así como a diversas enfermedades relacionadas como la enfermedad de Alzheimer, la diabetes de tipo 2 y varios tipos de cánceres.

También se sabe que, en muestras de laboratorio, la eliminación de las células senescentes de los tejidos desacelera la degeneración relacionada con la edad y prolonga la vida. El reto es encontrar la manera de hacerlo en los seres humanos con éxitos y sin efectos colaterales.

Los investigadores de la colaboración internacional ahora han ideado un método para eliminar las acumulaciones de estas células senescentes. Utilizan anticuerpos como “bombas inteligentes” diseñadas para reconocerlas y matarlas. Se diseñó un llamado “anticuerpo-fármaco” conjugado (un anticuerpo cargado con un fármaco) contra un marcador de membrana de las células senescentes, que había sido descripto previamente por los autores. Se demostró su eficacia para eliminar a las células específicamente.

El doctor Salvador Macip es catedrático y director del Laboratorio de Mecanismos del Cáncer y el Envejecimiento de la Universidad de Leicester y lideró el trabajo. Afirmó: “Los senolíticos son una nueva clase de fármacos con gran potencial para mejorar el envejecimiento. Sin embargo, los que hemos encontrado hasta ahora son bastante inespecíficos y, por tanto, pueden tener fuertes efectos secundarios. Por eso hay mucho interés en una segunda generación de fármacos, los senolíticos dirigidos, que deberían eliminar las células senescentes sin afectar al resto”.

El investigador explicó que “copiando una idea que ya se utiliza en terapias contra el cáncer, ajustamos un anticuerpo para que pudiera reconocer estas células y entregar una carga tóxica específicamente en ellas”. Los resultados del estudio son una prueba de concepto, que se utilizará ahora como base para nuevos estudios de tratamientos dirigidos a la senescencia. Lo harán porque estiman que el método podría suponer una enorme mejora en el tratamiento de las dolencias relacionadas con el envejecimiento. El estudio fue publicado por la revista especializada Scientific Reports.

Para el doctor Macip, el resultado del estudio es auspicioso: “Por primera vez tenemos un fármaco basado en un anticuerpo que puede aplicarse a los humanos para frenar la senescencia celular. Nos hemos basado en las terapias que ya se usan en el cáncer y que se dirigen a proteínas concretas presentes en la superficie de las células cancerosas, y lo hemos trasladado a las células senescentes”, especificó. El fármaco -aún en desarrollo- que han diseñado Macip y su equipo sería entonces un senolítico de segunda generación, teledirigido y muy específico.

Si los ensayos clínicos en voluntarios humanos demostraran su eficacia y seguridad, el tratamiento podría ser beneficioso para frenar enfermedades relacionadas con el envejecimiento como la enfermedad de Alzheimer, la diabetes tipo 2, la enfermedad de Parkinson, la artritis, las cataratas o algunos tumores. Se podría administrar cuando aparezcan los primeros síntomas de estas dolencias. Otra aplicación, a largo plazo, sería su pauta de cara a conseguir un envejecimiento más saludable.

“Nuestros resultados proporcionan una prueba de principio de un nuevo enfoque para la eliminación específica de las células senescentes utilizando un senolítico dirigido de segunda generación contra las proteínas de su surfaceoma, que podría tener aplicaciones clínicas en el envejecimiento patológico y las enfermedades asociadas.

En mayo del año pasado, hubo otra investigación internacional en la que han participado investigadores pertenecientes la Universitat Politècnica de Valencia, el Centro de Investigación Príncipe Felipe, en colaboración con la Universidad de Cambridge del Reino Unido, que buscó también un tratamiento contra las células senescentes. Se trata del fármaco conjugado, Nav-Gal, que permite eliminar las células senescentes de manera selectiva minimizando el efecto en células sanas y que reduce la toxicidad de esta terapia. El uso de este fármaco en combinación con quimioterapia podría confirmarse como una estrategia prometedora en el tratamiento del cáncer, según publicaron los científicos en la revista Aging Cell.

De acuerdo con los investigadores, el fármaco fue validado en modelos preclínicos con animales y mostró una alta capacidad de destrucción de las células senescentes, modificándolo con una galactosa acetilada. Dio como resultado un fármaco con actividad senolítica selectiva de amplio alcance, que induce la muerte de las células senescentes al tiempo que preserva la actividad de las células sanas.

“En definitiva, proponemos la conjugación galactosa con ciertos fármacos como una metodología versátil para desarrollar profármacos de segunda generación con alta actividad senolítica y toxicidad reducida”, explicó Ramón Martínez Máñez, miembro del Instituto de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológica (IDM) de la Universitat Politécnica de Valencia y director científico del CIBER-BBN y uno de los coordinadores del estudio.

Los investigadores probaron este fármaco en combinación con quimioterapia (cisplatino) en células humanas de cáncer de pulmón. De esta manera, probaron en animales que el tratamiento con cisplatino y el nuevo fármaco produjo la eliminación de células senescentes de cáncer de pulmón y redujo significativamente el crecimiento tumoral.


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